domingo, 19 de diciembre de 2010

sumiradainalcanzable.

No quiero ir a trabajar, hoy no. Durante todo el día de ayer estuve esperando verla, pero no dio noticias de vida. No quiero pasar otro día con la angustia de no saber si cruzara la puerta de la cafetería, o si la veré pasando por la fría calle y nuestras miradas se cruzaran. Decidido, me quedo en casa. En una mitad de la cama las sabanas están pegadas a mi piel, en la otra solo esta el silencio, ese lugar lo ocupará ella algún día lo se. ¿Pero que estoy diciendo? Lo del otro día no fue mas que una coincidencia. No la volveré a ver, tengo que asumirlo. Decepción. El problema es que no a salido de mi cabeza desde entonces no puede ser que en una tarde me halla enamorado de una persona a la que hacia años que no veía. Con 19 primaveras, una casa sola para ti te parece un lujo, sin padres que te agobien día y noche, libertad, pero hoy me gustaría que ellos estuvieran aquí. Me fui, y no me arrepiento de ello. Broncas constantes con mi padre, incluso insultos. Se acabaron. Cambio de idea, si me quedo en casa me voy a deprimir, y no es plan. Pero al trabajo no pienso ir, voy a patinar sobre hielo. Busco en el armario la sudadera de Boston que me trajo mi hermano. Los cascos morados y negros, unos vaqueros y mis patines. Me largo de aquí, hoy este no es mi sitio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario