lunes, 28 de septiembre de 2015

lloro del revés

Solo cuando mi cabeza no está presente soy capaz de llorar en paz.

Posiblemente la tozudez que me caracteriza sea la que me haga llorar del revés,
solo para que el mundo no me vea,
para que ellos no sean conscientes de lo simple que resulta debilitarme.
Tantas veces he sido capaz de sentir gigantescas cascadas estampándose contra mi ombligo poco después de haberse colado por la boca de mi estómago, después de haber transcurrido el curso que delimitaba mi esófago, salpicando mis pulmones con gotas que golpeaban sus muros, queriendo derrumbarlos, haciendo que se sintieran confusos, atacados por lo conocido y al mismo tiempo inevitable.
El nacimiento de ese caudaloso chorro no se encontraba más que en la cima de ésta montaña que es en el fondo mi ser, en mis ojos.
En mi cabeza.
Así que en ocasiones la desconecto, para drenar mis aguas, para que tormentosos océanos recorran mi piel dejando sabor a sal, provocando escalofríos cuando el viento la golpea, marcada con los dibujos creados por lágrimas reales.

Cuando vuelvo a respirar tranquila, automáticamente el interruptor de mi recreo cambia y vuelve a sonar el timbre, hora de empezar de nuevo.

viernes, 20 de marzo de 2015

me aburro.

Lento,
hoy todo pasa lento
solo son las 11 de la noche y tengo claro que deberían ser las 3,
... por lo menos.
Me explicaron de pequeña que cuando disfrutas, el tiempo casi casi vuela,
a una velocidad que puede asemejarse incluso a la de un cometa.
Y yo lo repito:
hoy todo pasa jodidamente lento.


sábado, 7 de marzo de 2015

a quererse

Tienes que quererte más a ti misma, Malena
necesitas que te enseñen a valorarte
más orgullo
no puedes darlo siempre todo, que luego te quedas así, como estás ahora... y odio verte así


Y yo en mi testarudez habitual lo vuelvo a mandar todo a la mierda, porque creo que algún día pasará. creo que algún día esa secuencia que tantas veces he visto en el cine tendrá su lugar en la realidad. En su día decidí arriesgar, no fue una decisión consciente, eso lo se, pero algo activó un mecanismo en mi, que permite silenciar todo eso que grita la voz de mi conciencia y deja que mi subconsciente salga a flote. Es algo que me gusta, Me gusta que los sentimientos se apoderen de mi y tomen decisiones tantas veces erróneas, la vida es mucho más emocionante así, al menos la mía. Llamadme crédula, soñadora, sentimental, cabezota o estúpida... a mi una canción me puede hacer llorar de alegría, es algo que sucede bastante a menudo de hecho; un beso tras una esquina puede acelerar mi pulso durante más de media hora, si es compartido con la persona correcta claro está; una caricia o un abrazo tienen el poder suficiente como para provocarme unos tirones terribles en los pies (no se por qué mi cuerpo transforma los nervios y el estrés de ese modo, es la forma que tiene de asumirlos y es una putada enorme); puedo llorar con un primer te quiero repentino y saborear a cámara lenta el más mínimo roce de nuestra piel.
La gente me dice que no es bueno vivir así, pero no entienden que, de algún modo, me encanta la inmensidad de mis sentimientos, me fascina su pureza.
Llegará el día en que, cuando cruce esa plaza corriendo para no perderte, llegaré a tiempo y tú también estarás esperándome a mi.