Siempre que miro empiezo pensando que es prisionero, siempre que miro llega ese momento en el que me digo "pero qué gilipollas..." es a mi a la que las paredes no le permiten volar.
El cielo de mi ventana, en la noche, es de color rosa opaco; pero si avanzas algunos kilómetros, hacia cualquier dirección, siempre encuentras las estrellas.
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