miércoles, 2 de octubre de 2013

29.09.'13.

Sudadera ancha, domingo lluvioso, 19:00.
Sigo a mi perra que cuidadosamente se dedica a inspeccionar el viejo y casi abandonado parque. Yo solía jugar aqui pero ahora los columpios están oxidados y chirrían, no es el lugar más agradable en el que estar con un niño. Soy consciente de que, sentada, me balanceo. No soy consciente de haberme sentado. Nadie me acompaña y una ladera me separa de mi calle por la que hoy a penas pasa gente, puede que sea por el clima, puede que por la hora, tal vez por el día que es o lo mismo por todo ello al mismo tiempo. Estoy sola y empiezo a cantar. Tiza (mi pequeña chucha) mordisquea una piña que es más grande que su propia cabeza. Canto y pienso en él, canto y le echo de menos, 13 días Malena, solo 13. Y suena el teléfono:
- Buenas
+ He levantado a 200 personas, Malena. Ha sido increíble, cada día toco mejor.
- Que perro eres! Me alegro un montón.
+ Ha sido genial, en serio... te he dedicado la canción.
- De verdad? y eso?
+ Porque te quiero muchísimo joder y te echo de menos.
- Te amo.
+ Tengo que colgar que me llama mi padre. Hablamos esta noche.
- Vale, un beso.
19:20, domingo lluvioso, un canto interrumpido, su recuerdo, sudadera ancha.
Vuelvo a casa

No hay comentarios:

Publicar un comentario